Fabricantes de automóviles usan hornos de arco eléctrico, estampado caliente y procesos de temple y separación que los antiguos jamás habrían imaginado, dando lugar a nuevas formas de perfeccionar el acero para proteger los blandos cuerpos humanos cuando los vehículos chocan entre sí, y reducen el peso de los coches para reducir su nocivo impacto ecológico. Nuevos aceros, docenas de variedades y subiendo, combinados con polímeros ligeros e interiores y estructuras hechas de fibras de carbono, reducir el peso de un coche en cientos de kilos.