El pasado martes 26 de julio, Take Eat Easy –una startup de reparto de comida a domicilio- anunció su cierre al no disponer de financiación suficiente para seguir sustentando sus operaciones. Su CEO y fundador, Adrien Roose, publicó un artículo en el que desgranaba su modelo de negocio y defendía la viabilidad del mismo, asegurando que el único problema de Take Eat Easy había sido no alcanzar la masa crítica suficiente para llegar a ser rentable.