La diseñadora Carmen Hijosa descubrió una técnica centenaria para extraer fibras de la piña y la utilizó para crear alternativas al cuero y al hilo. La fibra de piña se utiliza en productos como Piñatex, textiles, platos desechables y productos de limpieza ecológicos. La cosecha de piña se realiza en más de 9800 kilómetros cuadrados en todo el mundo, con aproximadamente la mitad de cada fruta desperdiciada. Empresas como Ananas Anam, Lifepack y Fuwa Biotech están transformando los desechos de piña en productos sostenibles.
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