Suecia tenía una larga tradición de acogida de extranjeros, pero ahora algo ha cambiado. "La mayoría de las encuestas muestran hasta hace unos años alrededor del 60% de la población era positiva hacia la inmigración. Y entonces todo cambió. En parte también debido a la narrativa negativa de los líderes políticos que crearon un relato sobre la conexión de la migración con toda la criminalidad y lo que iba mal en la sociedad y culparon los migrantes y las migraciones de todo", ha asegurado el director de Cáritas Suecia, George Joseph.