FISGONES: En la Roca. Intro. [#3] [F1-1]

24 de diciembre de 2016. 16.00h. Oficina de FISGONES S. Coop. Madrid.

El teléfono suena de forma ininterrumpida una y otra vez. Ring, silencio, ring, silencio, ring, silencio. Metódico, incansable y con un tono de llamada desfasado que rompe la absoluta quietud de la oficina. Nadie contesta a la llamada; tampoco parece que nadie lo vaya a hacer.

Al fin, tras varias decenas de segundos, el contestador automático da por finalizada la espera. Una voz femenina repite un mensaje con cadencia mecánica, voz algo nasal y leve desgana: Bienvenido. Ha llamado a FISGONES: Investigación privada y contra-vigilancia. En estos momentos no podemos atenderle. Le recordamos que nuestro horario de atención es de lunes a viernes de 9 de la mañana a 5 de la tarde de forma ininterrumpida. Deje su mensaje después de oír la señal y nos pondremos en contacto con usted a la mayor brevedad posible.

Piiiiiiiiiiii.

Un voz de hombre, ni muy joven, ni muy vieja, pero con un marcado acento inglés y una clara urgencia, comienza a escupir palabras en un español muy rudimentario: Soy Howard Rippley. Mi padre, Richard Ripley, está perdido. Necesito ayuda para encontrar él. Él era haciendo gran investigación de Gibraltar. Policia no ayuda. Es muy urgente encontrar él. Él es anciano y no buena salud. Llame a mi con urgencia, por favor. Gracias.

El silencio vuelve a ocupar toda la estancia.