Si todos los presidentes de la CAM delinquen, el delito deja de serlo para convertirse en norma. Y cuando la norma, por execrable que sea, se arraiga, ya lo anormal, por erróneo que sea, viene a ser faltar a la norma. En esta democracia imperfecta, donde la Justicia esta cautiva y desarmada, apenas podremos llegar a la epidermis de la delincuencia organizada, mucho menos culpar o condenar, puesto que son demasiados los corruptos y los necios… en Madrid una abrumadora mayoría
|
etiquetas: pp , corrupción , disculpas , perdón , normalización