EE.UU. enfrenta una escasez de agentes que muchos en la policía atribuyen al doble golpe a la moral de 2020: la pandemia y las críticas a la policía, desbordadas tras el asesinato de George Floyd por un policía. Pequeños poblados que no pueden cubrir vacantes están eliminando sus departamentos de policía y cediéndole ese trabajo al jefe policial de su condado, a un pueblo vecino o a policía estatal. Al menos 521 municipios de menos de 200.000 habitantes los disolvieron entre 1972 y 2017; en los últimos 2 años, al menos 12 localidades también.
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