Pachamama recordó a los humanos su presencia y tembló la tierra. Los terremotos avisaron en Lisboa, San Francisco, Japón, México y Haití... sin piedad y con fortaleza. Eran las señales del dolor de Pachamama ante las agresiones sufridas sin recibir los pagos que requería. Tras los temblores, insuficientemente comprendidos, se abrió la tierra y de sus entrañas salieron los ríos de ardientes de lava y rocas que engullían tierras, frutos, ganados.. Lo hizo entre bramidos y rugidos que mostraban su supino enfado. Nos recuerda que hemos sobrepasado
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