En 2016, el ciudadano venezolano Carlos Arias obtuvo, en tiempo récord, un permiso de residencia en España, firmado y sellado por la cúpula policial del departamento de Extranjería del Ministerio de Interior. Un juez investiga si la razón fue buscar trapos sucios en Venezuela que ayudaran a una brigada clandestina de la Policía, controlada por el PP, a hundir a Podemos acusándolo de estar financiado por el régimen de Maduro. Por entonces, se quería evitar a toda costa que el PSOE formase un gobierno de coalición de izquierdas con Podemos.