Hoy en día, cualquiera con unos mínimos conocimientos de Photoshop puede hacer auténticas maravillas. No necesitas ser un experto para recortar tu foto, pegarla sobre un fondo y hacer creer a todo los que te rodean que te has pasado una semanita en el Sudeste Asiático. Sin embargo, estos montajes realmente no hacen daño a nadie. Otra cosa es cuando se usan para vendernos un canon de belleza totalmente irreal y que, en muchas ocasiones, raya lo ridículo.
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