Donald Trump sigue dando fuertes dolores de cabeza, pero ahora él también vuelve a tenerlos. La misma semana en que el Supremo rechazó su intento de ocultar documentación sobre el papel que tuvo en el asalto al Capitolio y en que el comité investigador del Congreso pidió la cooperación de su hija y exasesora Ivanka Trump respecto a los ruegos que hizo a su padre para que frenara aquella sangrienta insurrección, la fiscal de Georgia Fani Willis ha dado un paso crucial.
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