Feijóo dejó solo a Alfonso Fernández Mañueco en su investidura. Nunca se opuso en público a la entrada de Vox en la Junta de Castilla y León pero lo plantó para proteger su "moderación" a pesar de bendecir el acuerdo. Nueve meses después, Génova se desvincula tanto como puede de Mañueco y pone a su Gobierno como ejemplo de "todo lo que no queremos".
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