La semana pasada, el canciller austriaco, Sebastian Kurz, reveló que los fiscales estaban investigando si cometió perjurio al dar testimonio en 2020 ante un comité parlamentario que investiga la corrupción. Si es acusado, lo que muchos observadores legales creen que es probable, Kurz, que niega las acusaciones, sería el primer canciller en enfrentar un proceso penal. A pesar de la gran cantidad de incógnitas, ha salido a la luz mucho, incluida una serie reveladora de intercambios de mensajes de texto entre Kurz y miembros de su círculo íntimo.
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