Corea del Norte ha dedicado más tiempo, dinero y recursos a buscar y detener a quienes utilizan teléfonos móviles extranjeros, normalmente chinos, porque otro efecto secundario de 18 meses de bloqueo económico es el aumento de la delincuencia violenta en las zonas urbanas, incluso en Pyongyang. El gobierno no hace públicas las estadísticas de delincuencia, pero si la gente sigue obteniendo y utilizando teléfonos móviles extranjeros, o teléfonos norcoreanos pirateados, la noticia llega dentro de Corea del Norte y al resto del mundo.
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