Demasiado tarde para llorar. Aquel tipo peleón y bravucón, aquel lobo que fue el 6 de enero, este pasado viernes era un cordero en su comparecencia frente a la juez que le impuso condena tras reconocer su culpa. Robert Palmer participó en el asalto al Capitolio y, en su chaqueta con la bandera estadounidense, se le distingue en las imágenes vaciando un extintor sobre los policías y lanzándolo contra ellos en un par de ocasiones, además de otros objetos.
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