Preciso tiempo, necesito ese tiempo
que otros dejan abandonado
porque les sobra
o ya no saben qué hacer con él.
Tiempo,
en blanco, en rojo,
en verde.
Hasta en castaño oscuro,
No me importa el color,
Cándido tiempo,
que yo no puedo abrir y cerrar
como una puerta.
Tiempo para mirar un árbol, un farol.
Para andar por el filo del descanso.
Para pensar qué bien, hoy no es invierno.
Para morir un poco y nacer enseguida.
Y para darme cuenta.
Y para darme cuerda.
Preciso tiempo, el necesario
para chapotear unas horas en la vida,
y para investigar por qué estoy triste
y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo.
Tiempo para esconderme
en el canto de un gallo,
y para reaparecer en un relincho,
y para estar al día,
para estar a la noche.
Tiempo sin recato y sin reloj.
Vale decir preciso,
o sea necesito
digamos, me hace falta
tiempo sin tiempo.
Mario Benedetti