Esas mañanas de domingo
en invierno,
a primera hora:
las calles recién regadas,
el aire fresco,
limpio,
el olor a cruasán de las cafeterías,
la locura
de los pájaros...
Como si la vida
te dijese:
mira, aquí me tienes,
vuelve a intentarlo.
Karmelo C. Iribarren