No somos más
que el tiempo que nos queda
caminando hacia el olvido
que seremos.
Es duro, pero es así.
El resto, literatura.
Lo mejor
es no pensarlo mucho:
seguir andando,
tomar cafés, enamorarse,
ver la lluvia…
Karmelo C. Iribarren, “Un día bueno” del libro “Las luces interiores”