Poema - La frontera

Era un lugar siniestro,

peligroso,

un lugar

donde podía pasarte

cualquier cosa.

Los trenes iban lentos: al otro lado

estaba Francia, nada menos,

y más lejos aún,

pero mucho más lejos, Pekín.

Una vez fui con mi madre hasta Bayona.

Estaba todo limpio y quieto,

como muerto,

como si no pasase nada.

Luego lo supe: ser libre

no es igual que ser feliz.

Karmelo C. Iribarren