Poema - Dos extraños

Cruzar cuatro palabras en un bar

y percibir al instante

que nada queda

de aquella vieja historia.

Que somos dos extraños, nada más.

Dos extraños

a los que la vida puso

en una esquina

el tiempo justo para engañarse un poco,

gozar también a veces,

e incluso prometerse irrealidades.

Dos extraños que esta noche se miran

con indiferencia,

o apenas ni se miran.

Que tienen prisa,

ganas de despedirse,

de volver a su mundo.

Y que ya ni se molestan en fingir.

Karmelo C. Iribarren