Poema del domingo triste

Este domingo triste pienso en ti dulcemente

y mi vieja mentira de olvido, ya no miente.

La soledad, a veces, es peor castigo...

Pero, ¡qué alegre todo, si estuvieras conmigo!

Entonces no querría mirar las nubes grises,

formando extraños mapas de imposibles países;

y el monótono ruido del agua no sería

el motivo secreto de mi melancolía.

Este domingo triste nace de algo que es mío,

que quizás es tu ausencia y quizás es mi hastío,

mientras corren las aguas por la calle en declive

y el corazón se muere de un ensueño que vive.

La tarde pide un poco de sol, como un mendigo,

y acaso hubiera sol si estuvieras conmigo;

y tendría la tarde, fragantemente muda,

el ingenuo impudor de una niña desnuda.

Si estuvieras conmigo, amor que no volviste,

¡qué alegre me sería este domingo triste!

José Ángel Buesa

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