Sólo tú enciendes mi pecho
dulce mar embravecida
solo tu espuma de hielo
despierta mi fe marchita.
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Tú sabes que el prisionero
tan solo tiene su vida
para romper su destierro
y hacer canto su desdicha.
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Y lanzas tu brazo fiero
contra la muralla impia
que intenta matar tu sueño
de besar la arena tibia.
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Tu cuerpo se hace destello
cuando la roca maldita
destroza tu piel de cielo
bebiendo tu esencia herida.
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En ti no existe el lamento
solo la fuerza más viva
que te recobra al momento
y te alza ante tu enemiga.
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Cuando en la playa contemplo
la roca ya tan hendida
por tu coraje de hierro
resurge al fin mi sonrisa.
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Porque tu ferviente anhelo
tu divina rebeldia
ante mí están destruyendo
la piedra dura y curtida.
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Agua frente a roca fría
dolor y sometimiento
frente al terror utopía
y ante la muerte...deseo.