El VII poema

Mañana se cumple una semana desde que no nos vemos. Uno que otro mensaje pasajero nos conecta a la vida que se propone separarnos.

 Sé que estás confundido que tal vez deseas olvidar la noche de pasión donde quemamos nuestras alas.

 La noche en que caímos en el fuego y nos amamos olvidándolo todo adorando nuestros cuerpos, desnudando nuestras almas de prejuicios.

¡Me niego a dejarte ir!¡Me niego a dejarte marchar sin haber luchado por tu amor!

¡ Sé que me amas! Me lo dijeron tus ojos brillando en cada entrega apasionada, tus manos que acariciaron suavemente mi piel.

Me lo dijo tu boca que hizo su morada en mis labios y se perdió descubriendo mis espacios.

¡Sé que me sueñas!¡ Que no olvidas los besos que te di! Ni mis locuras que mordían tus secretos más íntimos.

Sé que extrañándome te entregas a otros brazos, que pensándome buscas mis besos en otra boca, mi calor en otra piel y terminas sediento y mancillado.

¡Quiero darte el valor para que vuelvas! Que olvides los tabúes que nos separan.

 Para decirte que yo también te extraño. Que otros besos no calmarán mi sed. Que otro cuerpo no detendrá la fiebre que me quema.

¡Que yo también te sueño! Que  tengo miedo a equivocarme. Pero no tengo miedo a sentir que me importas. No tengo miedo a llenarme de ti.

Odio las madrugadas despiertas desde que descubrí que eras mi sueño. La luz desde que me dejaste en esta oscuridad regalándome solo un pequeño rayito de esperanza.

¡Como duele mi amor! ¡ Como duelen los recuerdos que me quedan de ti!

Sufro pensando que quieres olvidarme aunque me quieres.

 Anulando el amor se seca el alma, el corazón se vuelve piedra¡ La humanidad se muere!

¡Pero quiero vivir !Aunque sea sufriendo este dolor que dejas en mi alma. ¡Mirándote seguir! Sonriéndole al puñal que dejas en mi pecho.

 Caminando una vida vacía. Porque te llevas mi alma entre el pecho y la piel.