Es una frase hecha que la Real Academia Española define como “En dinero contante, sin dilación en el pago, con dinero en mano, en efectivo”. Y de acuerdo a las explicaciones del diario “20 minutos”, es una expresión que se deriva del uso del centén, que es una moneda de oro de unos 7,15 centímetros de diámetro y 339,35 gramos de peso, que fue acuñada en el siglo XVII, durante el reinado de Felipe III.
Tanto su tamaño como su valor relativo eran realmente grandes. Estamos hablando de que, cada una de ellas, ocupaba la palma de la mano de un varón adulto y de que equivaldría a 100 escudos. Las grandes dimensiones de la moneda dieron lugar a que el populacho empezase a referirse a ella con el nombre de “tejo”, en referencia al pequeño pedazo de teja que solían utilizar en los diversos juegos infantiles de la época. Con el tiempo, la gente dejó de usar la palabra “tejo” para empezar a usar la palabra “teja”. Por lo tanto, pagar “a tocateja” deriva de “tocando la teja”.