La demolición de las construcciones irregulares realizadas por famosos en sus villas, a menudo sobre suelo protegido, se alarga entre la maraña burocrática y judicial de la Administración.

El escritor y pensador español se mudó a la isla en 1969, donde años después encontró una casa de campo que rehabilitó para convertirla en uno de los clubs más famosos. “Tenía en mente consumar la aventura y contribuir a la Hermandad del Amor Eterno”, asegura.

Sucedió este verano en Ibiza: una veintena de “inversores inmobiliarios” alquilan una espectacular villa a razón de 50.000 euros al día. Tras diez agotadores días de drogas a mansalva, ‘escorts’ de alto standing y banquetes con chef privado deciden acabar la fiesta por todo lo alto: llaman en plena madrugada del sábado al mánager del afamado DJ Black Coffee para pedirle que amenice el ‘after’ en la sala de fiestas de la villa. El DJ se presta por el módico precio de 50.000 euros… la hora, algo menos de 1.000 euros el minuto.

'Instagrammers' de todo el mundo se dieron cita en la isla balear en un evento con todos los gastos pagados. María Pombo, Pelayo Díaz y Twin Melody, ganadores de la primera edición de los International Influencers Awards.

En la década de los 90 las pistas de toda España botaban con el clásico de Chimo Bayo ‘Esta sí, esta no’, pero, en realidad, aquella oda séminal al éxtasis (MDMA) era en realidad un lejano eco de la onda expansiva de la fiesta que tuvo lugar seis años antes, y no en Valencia, sino en Ibiza, laboratorio mundial desde entonces de la música, la moda… y las drogas, claro. ¿Cómo llegó aquella partida de éxtasis de primera calidad a Ibiza? Fue gracias a Faruk Gandji, ciudadano francés nacido en Irán que abandonó su carrera profesional como broker[..]

(...) Este es un fragmento de la descripción que aparece en la página web de Vladi Private Islands, una página especializada en la venta de islas privadas de todo el mundo, y donde está a la venta desde hoy la famosa y controvertida isla de Tagomago, la isla privada más exclusiva del archipiélago pitiuso: 150 millones de euros. La última isla a la venta en las Pitiusas fue el islote de S’Espalmador, en Formentera, vendido por 18 millones de euros en 2018.