Lo que no se ve no existe, eso dicen los escépticos.Vivimos en un mundo en el que todo va demasiado deprisa, inmersos en nuestra rutina, la observación se ha convertido en un placer sólo apto para privilegiados. Nunca volvemos la mirada para contemplar el mundo que nos rodea. Si ni siquiera vemos lo que tenemos delante de nuestros ojos, cómo vamos a ver esa parte del mundo que convive con nosotros cada día, pero que es invisible a nuestros ojos. Ese mundo paralelo demasiado lento, demasiado rápido, demasiado pequeño o demasiado grande para...