Este “juguete” tiene más de 3.000 años de antigüedad. En sus comienzos no era un juego, sino un medio de caza, como el bumerán australiano. Parece que el origen del yo-yo es chino: en aquella civilización se conocía ya en el año 1000 a. C. Los chinos tenían dos versiones o formas de practicarlo, una lúdica y otra práctica, relacionada con la guerra. Su conocimiento en Europa se debió a los españoles, que al parecer tuvieron noticia del yo-yo en Filipinas.
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