Homer recuerda cómo de niño mantuvo correspondencia con un chaval español llamado “Eduardo Barcelona” (no había otro apellido), al que vemos en una fotografía vestido de torero a punto de lidiar a un perro. Eduardo de matador tiene poco: es un catalán que escribe las cartas sentado cerca de la Sagrada Familia en construcción, con acento latino para nuestra sorpresa. Cuando aparece en Springfield hecho un galán y ve lo deteriorado que está Homer, se tira de rodillas al suelo santiguándose como si hubiera visto al mismísimo diablo. Eduardo es esp
|
etiquetas: españa , series