Aunque pueda parecerlo, no, no le hemos vuelto a dar a la botella. En los años de postguerra, varios periódicos norteamericanos publicaron que unos científicos alemanes, en el paro tras la caída del Tercer Reich, buscaron reciclarse profesionalmente fabricando una serie de “armas maravilla” para el Caudillo. Según estos medios, Franco en persona habría sido testigo del lanzamiento de algunos de los avanzados ingenios tecnológicos, de forma oblonga, creados por sus germanos de alquiler.
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