Bryan Johnson, el millonario obsesionado con la juventud, se expuso a un tratamiento costoso que lo dejó ciego temporalmente

Notablemente demacrado tras años de una estricta dieta de 1.950 calorías diarias y procedimientos médicos extremos, Johnson decidió someterse a un tratamiento que inyecctaba grasa para rellenar su rostro. Debido a su bajo porcentaje de grasa corporal tuvo que emplear material de un donante, lo que complicó aún más el proceso. A sus 47 años, ha dedicado millones a tratamientos que van desde transfusiones de plasma con su hijo adolescente hasta un régimen de 60 pastillas diarias, sesiones de láser facial y análisis minuciosos de su organismo.