La cuarentena y el confinamiento está poniendo de manifiesto lo mejor de nosotros mismos. La solidaridad, los gestos y los detalles se suceden cada día en un ritual cotidiano con los balcones como escenario, la humanidad como protagonismo y la empatía como sentimiento revelación. Sin embargo, una vez pasadas las 20:00 y acabado el simulacro de humanidad y empatía...
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