Mundo Celta
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Flogging Molly - "Drunken Lullabies" (Live at The Greek Theatre)

Flogging Molly - "Drunken Lullabies" (Live at The Greek Theatre)  

La banda se formó en 1997 en una de las muchas tabernas de los nietos de los inmigrantes irlandeses de principios del siglo pasado que huyeron de la Gran Hambruna que mató a un millón de personas e hizo emigrar a otro millón y medio. Muy influidos por la música de sus antepasados, comenzaron a tocar en la taberna de Molly Malones, en Los Ángeles. En 2002, la banda lanzó Drunken Lullabies (canciones de cuna de borrachos) donde se incluyó uno de los éxitos más importantes de la banda, el sencillo titulado "Drunken Lullabies".
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FourWinds - The Flags of Dublin / Ger Quigley's / Fred's Favourite

FourWinds - The Flags of Dublin / Ger Quigley's / Fred's Favourite  

FourWinds - The Flags of Dublin / Ger Quigley's / Fred's Favourite

Tom Delany - Uilleann Pipes
Caroline Keane - Concertina
Robbie Walsh - Bodhran
Daoirí Farrell - Bouzouki
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Céline Dion & Mes Aïeux - Dégénérations/Le réel du fossé

Céline Dion & Mes Aïeux - Dégénérations/Le réel du fossé  

Céline Dion y Mes Aïeux - Dégénérations/Le réel du fossé. Concierto en Quebec (2008).
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La Península Ibérica en la Historia Natural de Plinio el Viejo

Texto extraido de un documento doc de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, descargable y consultable, para buscarlo basta copiar el primer parrafo, por ejemplo. El enlace original consultado lleva a la descarga directa

En primer lugar, pues, Europa, nodriza del pueblo vencedor de todas las naciones y con mucho la más hermosa de las tierras. Muchos han hecho de ella merecidamente no un tercio del mundo, sino la mitad, con el orbe dividido en dos partes desde el río Don hasta el estrecho de Gades.

El Océano, al verter las aguas atlánticas a través del espacio que hemos descrito, sumergiendo con sus ávidas corrientes unas tierras que causaban espanto al viajero, lame las que le cierran el paso, dibujando una quebrada y retorcida línea costera. Sobre todo a Europa, la recorta con numerosos entrantes, pero en particular los cuatro principales golfos, el primero de los cuales traza una inmensa curva desde el monte Calpe, extremidad de Hispania -como se ha dicho-, a Locros, para terminar en el cabo Brutio.

Dentro de este espacio, la primera tierra en la Hispania llamada Ulterior, y también Bética, y a continuación desde los confines de Murgi a las cimas del Pirineo, la Citerior, también llamada Tarraconense. La Ulterior se divide en dos provincias en el sentido de la longitud, ya que por el costado septentrional de la Bética se extiende la Lusitania, separada de ella por el río Guadiana. Éste, que nace en el territorio Laminitano de la Hispania Citerior, y que tan pronto se desborda en lagunas como se estrecha en desfiladeros o se esconde del todo bajo tierra y renace gozoso varias veces, desemboca en el Océano Atlántico.

La Tarraconense, por su parte, pegada al Pirineo y discurriendo a lo largo de toda su vertiente, se extiende transversalmente desde el mar Ibérico hasta el golfo Gálico, y está separada de la Bética y de la Lusitania por el monte Solorio y las cadenas Oretana y Carpetana y la de los Ástures .

 

 

 

Bética.

La Bética, así llamada por el río que la corta por medio, aventaja al resto de las provincias merced a sus ricos cultivos y a una especie de peculiar y espléndida fertilidad. Tiene cuatro conventos jurídicos, el de Gades, el de Córdoba, el de Ástigis y el de Hispalis. Las poblaciones suman todas ciento setenta y cinco, de las que nueve son colonias, diez municipios de ciudadanos Romanos, veintisiete de derecho latino antiguo, seis libres, tres federadas, y ciento veinte tributarias. Entre los lugares partiendo del río Guadiana y en la costa del Océano, se encuentran la población de Ónoba, apellidada Estuaria, en la confluencia del Luxia y del Urio; los montes Harenos, el río Betis, la costa Curense, con el recodo de su bahía enfrente de la cual está Gades- de la que se hablará entre las islas-; el cabo de Juno, el puerto de Besipo, la población de Belo, Melaria, el estrecho del Atlántico, Carteya, llamada Tartesos por los griegos, y el monte Calpe.

A continuación, en la costa del Mediterráneo, la población de Barbésula y su río, también llamada Sálduba; la población de Suel, Málaga -con su río-, que es una de las federadas. A continuación Ménuba con su río, Sexi, apellidada Firmum Iulium, Sel, Ábdara y Murgi, que es el final de la Bética.

Toda esta costa en su conjunto pensó Marco Agripa que era de origen cartaginés. Pero la de frente al Océano Atlántico, del Guadiana para allá, es de los bástulos y de los túrdulos. Marco Varrón cuenta que allí llegaron íberos y persas, así como celtas y púnicos, pues fue el “juego” (lusus) del padre Líber (Baco) o el “delirio” (Lyssam) de los que danzaban con él, el que dio su nombre a la Lusitania, y a Pan el gobierno de toda ella. En cuanto a las cosas que se cuentan de Hércules, y de Pirene o de Saturno, yo las considero sencillamente fabulosas.

El Betis, que no nace en la población de Mentesa de la provincia Tarraconense, como han dicho algunos, sino en la sierra de Tugia (junto a donde el río Táder riega el territorio cartaginés), esquiva luego en Ilurco el monumento funerario de Escipión y, volviendo su curso hacia poniente, se dirige al Océano Atlántico, adoptando como hija suya a la provincia, pequeño al principio, pero enriquecido por muchos afluentes a los que roba fama y aguas. Penetrando en la Bética por Osigetania, su suave y amable cauce está habitado a derecha e izquierda por numerosas poblaciones.

Las poblaciones más célebres del interior, entre el río y la costa del Océano, son Ségida que se apellida Augurina, Ulia o Fidencia, Urgao o Alba, Ébura o Ceriale, Iliberri o Liberini, Ilípula o Laus, Artigi o Julienses, Vesci o Favencia, Síngili, Ategua, Arialduno, Agla Minor, Bebro, Castra Vinaria, Cisimbro, Hippo Nova, Ilurco, Osca, Oscua, Sucelo, Unditano, Tucci Vetus, todas ellas en la parte de la Bastetania que mira al mar.

En el convento jurídico de Córdoba, al lado mismo del río, está Osigi que se apellida Latonio; Iliturgi o Forum Iulium, Ipra, Isturgi o Triunfales, Sucia y, a diecisiete mil pasos tierra adentro, Obulco, que se llama Pontificense: seguidamente Ripa, Epora -una de las federadas-, Sacili Martialium, Ónuba y, a la orilla derecha, Córdoba, la colonia que se apellida Patricia. Desde allí, donde empieza a ser navegable el Betis, se hallan las poblaciones de Cárbula, Detuma, y el río Genil que desemboca en el Betis por el mismo lado.

Son poblaciones del convento jurídico de Híspalis, Celti, Axati, Arva, Canama, Neva, Ilipa, que se apellida Ilipa, Itálica. Y, por la izquierda, la colonia de Híspal, que se apellida Romulense. En la orilla de enfrente Osset, apellidada Julia Constancia, Vergento o Iuli Genius, Oripo, Caura, Siaro y el río Ménuba, que vierte también él al Betis por laorilla derecha. Entre los estuarios del Betis, la población de Nabrisa, apellidada Veneria, y Colobana, y las colonias de Hasta, que se llama Regia, y tierra adentro, Asido o Cesarina.

El río Genil, que desemboca en el Betis en el lugar que se ha dicho, baña la colonia Astigitana, que se apellida Augusta Firma, y es navegable desde allí. Las restantes colonias exentas de tributo de este convento jurídico son Tucci que se apellida Augusta Gemela, Ituci o Virtus Iulia, Ucubi o Claritas Iulia, Urso o Genetiva Urbanorum . Entre ellas estuvo Munda, que fue capturada junto con el hijo de Pompeyo. Poblaciones libres son Astigi Vetus y Ostipo; tributarias , Callet, Calícula, Castra Gemina, Ilipula Minor, Marruca, Sacrana, Obúlcula, Oningis, Sabora, Ventipo. No lejos del río Ménuba, navegable también, se hallan las de Olontigi, Lelia y Lástigi.

La región que se extiende desde el Betis hasta el río Guadiana, fuera de las tierras mencionadas, se llama Beturia y se divide en dos partes y otros tantos pueblos: los célticos, que lindan con Lusitania y son del convento Hispalense, y los túrdulos, que habitan en los confines de la Lusitania y de la Tarraconense y acuden a Córdoba para las cuestiones legales. Que los célticos han llegado de Lusitania y provienen de los celtíberos, es manifiesto por los cultos religiosos, la lengua y los nombres de las poblaciones que se distinguen dentro de la Bética por sus apelaciones. A Seria se le llama también Fama Iulia; a Nertóbriga, Concordia Iulia; a Ségida, Restituta Iulia; Contributa Iulia a Ugultunia (con la que ahora está asociada también Cúriga); a Lacimurga, Constantia Iulia; a Estereses, Fortunales, y a Calenses, Eneánicos. Además de éstas, en la Céltica están Acinipo, Arunda, Arunci, Turóbriga, Lástigi, Salpesa, Sepone, Seripo. La otra Beturia, que hemos dicho que es la de los túrdulos y del convento Cordobés, tiene poblaciones que no dejan de ser notables: Arsa, Melaria, Miróbriga, Regina, Sosintigi, Sísapo.

Del convento Gaditano son, de ciudadanos romanos, Regina; de derecho latino Lepia Regia, Carisa de sobrenombre Aurelia, Urgia, apellidada Castrum Iulium y también Caesaris Salutariensis. Poblaciones tributarias son Besaro, Belipo, Barbésula, Blacipo, Besipo, Callet, Capa junto con Oleastro, Iptuci, Ibrona, Lascuta, Saguncia, Saudo, Usepo.

La longitud total de la provincia, según el testimonio de Marco Agripa, es de cuatrocientos setenta y cinco mil pasos y la anchura doscientos cincuenta y ocho mil, pero eso era cuando sus límites se extendían hasta Cartagena. Esta causa da lugar bastante frecuentemente a grandes errores en la estimación de las dimensiones: en unos casos por cambio de los límites de las provincias, en otros porque se alarga o reduce el número de pasos de los caminos. En un tiempo tan dilatado los mares han penetrado en la tierra, en otro lugar se han adelantado las costas, o se ha torcido el curso de los ríos, o se han enderezado sus meandros. Además observadores distintos parten de diferentes puntos para las medidas, y las siguen por distintas vías. Así ocurre que no hay dos que coincidan.

La longitud actual de la Bética, desde la localidad de Cástulo hasta Gades, es de doscientos cincuenta mil pasos y desde Murgi, en la costa, veinticinco mil más. La anchura, de Carteya al Guadiana, por la costa doscientos treinta y cuatro mil pasos. ¿Quién creería que Agripa, varón tan celoso y que tanto se esmeró en este trabajo, cuando fue a exponer la imagen del mundo a los ojos de Roma se equivicó, y con él el divino Augusto? Porque éste fue el que llevó a término el pórtico que empezó a levantar la hermana de Agripa, en el que se albergaba ese plano del orbe, elaborado según el proyecto y los escritos de Marco Agripa.

 

 

 

Hispania Citerior

La antigua disposición de la Hispania Citerior, como la de muchas provincias ha cambiado bastante, a saber, de cuando Pompeyo Magno en los trofeos que levantó en el Pirineo, proclamaba que él había sometido a su potestad ochocientas sesenta y seis poblaciones entre los Alpes y los confines de la Hispania Ulterior . Ahora el conjunto de la provincia está dividido en siete conventos jurídicos, el de Cartagena, el de Tárraco, el de Cesaraugusta, el de Clunia, el de los Ástures, el de Lugo, el de Braga. A ellos se añaden las islas, de las que se hace mención aparte. La provincia propiamente dicha, además de las doscientas noventa y tres ciudades sometidas a otras, contiene ciento setenta y nueve poblaciones, de las que doce son colonias, trece poblaciones de ciudadanos romanos, dieciocho de latinos antiguos, una federada y ciento treinta y cinco tributarias.

Los primeros en la costa son los bástulos, tras ellos yendo hacia el interior, en el orden en que se les nombrará, los mentesanos, los oretanos y, junto al Tajo, los carpetanos. Próximos a éstos, los vacceos, los vetones y los arévacos celtibéricos. Las ciudades vecinas a la costa son Urci, y Baria -que pertenece a la Bética-; la región de Bastitania; a continuación Contestania; la colonia de Cartagena, desde cuyo cabo, que se llama de Saturno, el trayecto a la ciudad de Cesarea de Mauritania es de ciento noventa y siete mil pasos. Lo que sigue en la costa es el río Táder, la colonia exenta de tributo de Ilici, de donde el nombre del golfo Ilicitano: de ella dependen los icositanos. Seguidamente, Lucento, de los latinos, Denia tributaria, el río Júcar, antes también ciudad, y el límite de la Contestania . La región de Edetania, con un amable lago que se extiende ante ella, llega hasta Celtiberia. Valencia, una colonia separada tres mil pasos del mar; el río Turia; a la misma distancia del mar, Sagunto, una población de ciudadanos romanos, famosa por su lealtad, y el río Udiva. El territorio de los ilergaones; el río Ebro, rico por el comercio fluvial, nacido en el país de los cántabros no lejos de Julióbriga, que discurre a lo largo de cuatrocientos cincuenta mil pasos y admite naves hasta doscientas sesenta mil desde la localidad de Vareya. Por este río llamaron los griegos Iberia a toda Hispania. El territorio de Cesetania y el río Subi, la colonia de Tárraco, fundada por los Escipiones como Cartago por los púnicos. El territorio de los ilergetes, la población de Subur, el río Rubricatum, a partir del cual empiezan los lacetanos y los indígetes.

Después de éstos, yendo hacia el interior en el orden en que se los nombrará, al pie del Pirineo, los ausetanos, los jacetanos y a lo largo del Pirineo, los cerretanos y finalmente los váscones. En la costa, la colonia de Bárcino, apellidada Favencia, y las poblaciones de ciudadanos romanos de Bétulo, Iluro, el río Arno, Blandas, el río Alba; Ampurias, que son dos ciudades, una de los antiguos indígenas y otra de los griegos descendientes de los foceos, y el río Tícer. A cuarenta mil pasos de éste, el templo de la Benus Pirinea al otro lado del cabo. Recorriendo ahora uno a uno los conventos jurídicos, se dará noticia de las cosas más notables, además de las ya dichas. En Tárraco dirimen sus pleitos cuarenta y dos pueblos, de los que los más famosos son entre los de ciudadanos romanos, los dertosanos y los bisgargitanos; entre los de derecho latino, los ausetanos, los cerretanos -que se apellidan uno julianos y otros augustanos-, los edetanos, los gerundenses, los yesonienses, los tearos o julienses. Entre los tributarios los acuicaldenses, los esonenses y los beculonenses .

Cesaraugusta, colonia exenta de tributo, es bañada por el Ebro. En su emplazamiento hubo antes una población que se llamaba Salduvia, del territorio de Edetania. Acuden a ella cincuenta y cinco pueblos: entre los de ciudadanos romanos están los bilbilitanos, los celsenses, antes colonia, los calagurritanos que se apellidan násicos; los ilerdenses, que son de la nación de los surdaonos junto a los que corre el río Sícoris; los oscenses -del territorio de Suesetania-, los turiasonenses. Entre los de derecho latino los cascantenses primitivos, los ergavicenses, los gracurritanos, los leonicenses, y los osicerdenses. Entre los federados, los tarracenses. Entre los tributarios los arcobrigenses, los andelonenses, los aracelitanos, los bursaonenses, los calagurritanos que se apellidan fibularenses, los complutenses, los carenses, los cincienses, los cortonenses, los damanitanos, los ispalenses, los ilursenses, los iluberitanos, los jacetanos, los libienses, los pompelonenses y los segienses .

A Cartagena acuden sesenta y cinco pueblos, aparte de los habitantes de las islas: los de la colonia Accitana Gemelense, los de la Libisosana apellidada Foroaugustana, que han recibido las dos el derecho itálico; los de la colonia Salariense; los de Cástulo de antiguo derecho latino, llamados también Caesarii Iuvenales; los setabinos o augustanos, y los valerienses . De los tributarios, los más conocidos son los alabanenses, los bastitanos, los consaburrenses, los dianenses, los egelestanos, los ilorcitanos, los laminitanos, loe mentesanos de sobrenombre oretanos, los mentesanos de sobrenombre bástulos y los oretanos a los que también se llama germanos; los de Segóbriga, capital de Celtiberia; los de Toledo, la ciudad sobre el río Tajo, capital de Carpetania los viacienses y los virgilienses .

Al convento jurídico de Clunia los várdulos llevan catorce pueblos, de los que sólo hay que nombrar a los alabanenses; los turmódigos, cuatro, entre los que se hallan los segisamonses y los segisamajulienses. Al mismo convento se dirigen carietes y vennenses con cinco “ciudades” entre las que están los velienses. Igualmente los peléndones con cuatro pueblos de los celtíberos, entre los que fueron famosos los numantinos, del mismo modo que entre las diecisiete ciudades de los vacceos los intercacienses, los palantinos, los lacobrigenses, los caucenses. Entre los nueve pueblos de los cántabros sólo hay que nombrar a Julióbriga, y entre las diez ciudades de los autrigones Tricio y Virovesca. A los arévacos les dio el nombre el río Areva. De ellos son seis poblaciones, Secontia y Úxama, nombres que se emplean también en otros lugares, y además Segovia y Nova Augusta, Termes y la propia Clunia, confín de la Celtiberia. El resto del territorio mira al Océano, así como, entre los pueblos mencionados, los várdulos y los cántabros.

A continuación de ellos se hallan los veintidós pueblos de los ástures, divididos en augustanos y transmontanos, con Astorga, una ciudad magnífica: entre ellos están los gigurros, los pésicos, los lancienses y los zoelas. El número de hombres libres de toda esa población llega a doscientos cuarenta mil.

El convento jurídico de Lugo es de dieciséis pueblos poco importantes y de nombre bárbaro, salvo los célticos y los lémavos, pero con casi ciento sesenta y seis mil hombres libres. Por el mismo estilo son las veinticuatro ciudades de Braga con doscientos ochenta y cinco mil hombres. Entre ellas, aparte de la de los bracarenses, se puede nombrar sin cansar a los bibalos, celernos, galaicos, equesos, límicos y querquernos.

La Hispania Citerior tiene una longitud de seiscientos siete mil pasos hasta el límite de Cástulo desde el Pirineo, y por la costa un poco más. La anchura, desde Tárraco hasta la costa de Oyarson, junto a la falda del Pirineo, donde el territorio se estrecha como una cuña entre dos mares, de trescientos siete mil. Después se ensancha paulatinamente y por donde corresponde a la Hispania Ulterior gana más de otro tanto en anchura. Casi toda Hispania es rica en minerales de plomo, hierro, cobre, plata, oro. La Citerior, además, en alabastro y la Bética en cinabrio. Hay también canteras de mármol. A toda Hispania concedió el emperador Vespasiano Augusto el derecho latino cuando estaba agitada por desórdenes públicos. Los montes Pirineos señalan el límite entre las Hispanias y las Galias, proyectando lo salientes de sus cabos sobre dos mares diferentes.

 

 

La Hispania Citerior desde el Océano.

A partir de las estribaciones del Pirineo comienza Hispania. Es más estrecha en esta zona, no sólo que la Galia, sino que ella misma, como ya hemos dicho, porque constriñen su enorme extensión de un lado el Océano y del otro el mar Ibérico. La misma cordillera del Pirineo, que se extiende desde el orto equinoccial hacia el ocaso brumal, hace a las Hispanias más estrechas que por la parte meridional.

La costa más cercana es la de la Hispania Citerior y concretamente su franja Tarraconense. Desde el Pirineo por el Océano se encuentran los bosques de los vascones, Oyarsón, las poblaciones de los várdulos, los morogos, Menosca, Vesperies y el Puerto Amano , donde ahora está la colonia Flavióbriga .

 

Siguen la región de los cántabros con nueve pueblos, el río Sauga y el Puerto de la Victoria de los Juliobrigenses; a cuarenta mil pasos de aquí están las fuentes del Ebro; el puerto Blendio , los orgenomescos , pertenecientes a los cántabros, Veseyasueca, puerto de éstos, la región de los ástures, la población de Noega; en la península, los pésicos, y después el convento lucense a partir del río Navia, los albiones, cibarcos , egos, los varros llamados namarinos , los adovos, los arronos los arrotrebas . El cabo Céltico , los río Florio y Nelón ; los celtas llamados neros y por encima los tamarcos , en cuya península hay tres aras sestianas consagradas a Augusto; los coporos, la población de Noeta , los celtas llamados prestamarcos y los cilenos. De las islas hay que citar Corticata y Aunios. Después de los cilenos está el convento de los bracarenses, los helenos, los grovios y la fortaleza de Tide, todos de origen griego; las islas Sicas, la población de Abóbriga, el río Miño, con una anchura de cuatro mil pasos en su desembocadura, los leunos, los seurbos y Augusta, ciudad de los bracarenses, por encima de los cuales se encuentra Galicia. El río Limia y el río Duero, uno de los mayores de Hispania, que nace en el territorio de los peléndones y pasa cerca de Numancia, después por el territorio de los arévacos y vacceos, separa a los vetones de Asturias, a los galaicos de Lusitania y asimismo a los túrdulos de los bracarenses. Toda la zona descrita, desde el Pirineo, está repleta de minas de oro, plata, hierro, plomo y estaño.

 

 

 

 

 

 

 

Lusitania.

A partir del Duero comienza Lusitania: allí habitan los túrdulos antiguos, los pesuros, está el río Vagia, la población de Talábriga, la población y el río Eminio, las poblaciones de Conímbriga, Colipón y Eburobricio. Penetra después en el mar un cabo con una larga lengua de tierra, al que unos llaman Ártabro, otros Magno y otros muchos cabo Olisiponense, por la población del mismo nombre; este cabo separa tierras, mares y cielo, en él concluye el lado de Hispania y dando la vuelta comienza el frente.

Por esta parte está el septentrión y el océano Gálico, por aquella el ocaso y el océano Atlántico. Algunos han sostenido que el saliente del cabo mide sesenta mil pasos, otros que noventa mil, no pocos han afirmado que de allí al Pirineo hay un millón doscientos cincuenta mil pasos y además que allí se encuentra el pueblo de los ártabros que nunca exixtió, con un error manifiesto, pues han situado en este lugar, debido a un cambio de letras, a los arrotrebas que ya hemos citado antes del cabo Céltico.

También se han cometido errores incluso respecto a los ríos más famosos. A dosciento mil pasos del Miño, del que ya hemos hablado, se encuentra, según Varrón el Eminio, que algunos suponen en otro lugar y lo llaman Limia, denominado por los antigos “del Olvido” y origen de muchas fábulas. A doscientos mil pasos del Duero está el Tajo, y entre ellos el Munda. El Tajo es célebre por sus arenas auríferas. A ciento sesenta mil pasos de él está el cabo Sacro que sobresale casi en la mitad frontal de Hispania. Varrón afirma que de allí al centro del Pirineo hay un millón cuatrocientos mil pasos y hasta el Anas, que separa Lusitania de la Bética, ciento veintiséis mil; la distancia desde Gades es de ciento dos mil más.

Sus pueblos son los celtas túrdulos y, junto al Tajo los vetones; desde el Anas al cabo Sacro están los lusitanos. Las poblaciones más famosas en la costa, a partir del Tajo, son Olisipón, famosa porque sus yeguas conciben con el viento favonio, Salacia denominada Ciudad Imperial y Meróbriga; el cabo Sacro y otro llamado Cúneo; las poblaciones de Osónoba, Balsa y Mírtilis .

La provincia en su conjunto está dividida en tres conventos: el emeritense, el pacense y el escalabitano, con cuarenta y cinco pueblos en total, entre los que hay cinco colonias, un municipio de ciudadanos romanos, tres de derecho latino antiguo y treinta y seis tributarios. Las colonias son Emérita Augusta, situada junto al río Anas, la Metelinense, la Pacense y la Norbense, con el sobrenombre de Cesarina, a la que están anexionados Castro Servilio y Castro Cecilio; la quinta es Escálabis, que se llama Presidio Julio. El municipio de ciudadanos romanos es Olisipón, llamado Felicidad Julia. Las poblaciones de derecho latino antiguo son Ébora, que también se llama Liberalidad Julia, Mírtilis y Salacia, de las que ya hemos hablado.

Entre los tributarios que no importa mencionar, aparte de los citados entre los nombres correspondientes a la Bética, están los augustobrigenses, los eminienses, los aranditanos , los arabricenses, los balsenses, los cesarobrigenses, los caperenses, los caurienses, los colarnos, los cibilitanos, los concordienses, los elbocoros, los interamnienses lancienses, los mirobrigenses, llamados celtas, los medubrigenses, llamados plumbarios, los ocelenses y los túrdulos, llamados bardilos y taporos .

Agripa afirma que Lusitania junto con Asturias y Galicia mide quinientos cuarenta mil pasos de longitud y quinientos treinta y seis mil de anchura, en tanto que todas las Hispanias, por el mar, desde las dos estribaciones del Pirineo se estiman por el contorno de toda su costa en dos millones novecientos veinticuatro mil pasos, aunque otros lo estiman en dos millones seiscientos mil.

 

 

 

Las islas del mar Atlántico.

Frente a Celtiberia hay un grupo de islas, llamadas por los griegos Casitérides por su abundancia en estaño; ante el cabo de la región de los arrotrebas se hallan las seis Islas de los Dioses, que algunos han llamado Afortunadas. Al comienzo mismo de la Bética y a veinticinco mil pasos de la entrada del estrecho se halla Gades que, según Polibio, tiene doce mil pasos de largo y tres mil de ancho. Dista de tierra firme, por la parte que más cerca está, menos de setecientos pies; por las demás partes, más de siete mil; su extensión es de quince mil pasos. Tiene una población de ciudadanos romanos que se llaman augustanos de la cuidad de Julia Gaditana.

Por la parte por donde mira a Hispania, a cien pasos más o menos, hay otra isla de mil pasos de largo y otros mil de ancho, en la que en su tiempo estuvo la población de Gades, Éforo y Filístides la llaman Eritea , Timeo y Sileno Afrodisíade , los naturales de la zona la denominan Isla de Juno . Timeo dice que a la mayor la solían llamar Cotinusa en su lengua; los nuestros la llaman Tartesos, los Púnicos Gadir, que en lengua púnica significa “recinto”. Se llamó Eritía porque los aborígenes, los tirios, decían ser originarios del mar Éritro. Algunos creen que en ella habitó Geríones, a quién Hércules robó sus rebaños. Hay otros que piensan que esta isla es otra distinta frente a Lusitania y llaman con el mismo nombre a una situada allí.

 

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El Castillo de Doune, entre Monty Python y Outlander

El Castillo de Doune, entre Monty Python y Outlander  

Cierra los ojos e imagina el Castillo de Leoch de Outlander. O quizás recuerda algunas de las escenas más míticas de la película de culto de los Monty Python Los Caballeros de la Mesa Cuadrada. En la vida real, la fortaleza que insufló vida a estos lugares es el Castillo de Doune. Situado en un promontorio junto al río Teith a las afueras del pueblo del mismo nombre, es uno de los castillos más espectaculares de Escocia.
Exceptuando posiblemente al Castillo de Stirling, el de Edimburgo, Urquhart y Kilchurn, el castillo de Doune es el que más veces he visitado de Escocia. Muy posiblemente porque viví 9 meses en Stirling, que está casi al lado, y también porque ha salido en varias de mis películas y series favoritas rodadas en Escocia. La última fue cuando estuvo de visita un amigo. La excusa perfecta para salir de Edimburgo y visitar otra de las localizaciones de Outlander.
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Celtas en Iberia -fuentes clásicas e historiografía tradicional-

I ― LA CUESTIÓN “CELTA”

 La llegada de pueblos celtas a la península es materia con más de un siglo en permanente discusión, sin que aún haya quedado fehacien­temente definida. La lingüística, las fuentes clásicas y la arqueolo­gía ofrecen razones que muestran divergencias so­bre la naturaleza de la presencia celta: etnográfica o cultural.

Hoy se definen como “celtas”, en senti­do estricto, a los pueblos que hablando alguna de las lenguas celtas ocupaban el territorio centro-occi­dental europeo y parte de Anatolia entre el VI y el I a.C. Cel­tas serían así las gentes “celtoparlantes” procedentes de la cultura de La Tène o de su antecesora cultura de Hallstatt, y esta considera­ción tan solo alude a su identidad lingüís­tica y cultural de­jando de lado, por desconocida, su filiación étnica. Vemos así que la lengua y en menor grado la cultura material se constituyen en rasgos directores de la condición de “celta”.

Ahora bien, sin que lengua y cultura vayan necesariamente pa­rejas, la lengua celta remontaría a un “protocelta” procedente del “indoeuropeo” (término acuñado en 1.813 por Thomas Young), del que a su vez se define una fase anterior denominada “antiguo-europeo” (Hans Krahe, 1.957); en tanto que la cultura de La Tène proce­dería de la de Hallstatt, que surge de la de Campos de Urnas, que a su vez remontaría a la más antigua de los Túmulos. Y aunque desconocemos la lengua hablada por las gentes de cultura Hallstatt anteriores a los celtoparlantes de La Tène, su condición lingüística “protocelta” se establece en base a su afinidad cultural y tec­nológica con esas gentes de La Téne; factores ambos que permiten suponer una continuidad poblacional afectada por un proceso evolutivo endógeno que también alcanzaría a la lengua. Así además lo sugiere la existencia de un grupo de lengua celta que no acusa sin embargo rasgos materiales de La Tène, como es el caso de los celtíberos.

Tenemos así a unas gentes de etnia y lengua desconocidas a los que en base a su cultura material «precéltica» po­dríamos definir como indoeuropeos “preceltas” (Bronce Final, Campos de Urnas) e indoeuro­peos “protoceltas” (Hierro I, Halls­tatt), en ambos casos en función a su ascendencia espaciocultural sobre los indoeuro­peos “celtas” (Hierro II, La Tène).

 

  II - FUENTES CLÁSICAS, PRIMERAS REFERENCIAS

 Los primeros celtas que figuran en la historia escrita, junto a los situados en las bocas del Danubio, son mencionados a mediados del V a.C. por Herodoto (keltoi) en vecindad al te­rritorio de TARTESSOS, en un so­lar que en tiempo posterior aparecerá ocupado por los CELTICI (la Baeturia «céltica»: N de Huelva, SO de Badajoz y O de Sevilla). Por otro lado la Ora Mariti­ma de Avieno (versificación de un periplo massaliota del VI a.C.) sitúa en el occidente peninsular a los CEMPSI y a los SAEFES; pueblos que la etnografía tradi­cional, siguiendo postulados de Boch Gimpera, A. Schulten y otros, también señala como «célticos». Y tanto Avieno como Herodoros de Herakleia (420 a.C.) incluyen entre los pue­blos tartessios a los GLETES, etnónimo a su vez de sugestiva interpretación céltica: gletes―‘keltes’.

Ya en tiempo histórico los autores grecolatinos contemporáneos a la conquista romana, en su descripción de pueblos de la península, llegan inicialmente a considerar «céltico» todo el territorio al norte de los turdetanos y a occi­dente de los íberos. Y aún después, en plena época romana, se señala todavía la condición de «celtas» para distintos pueblos hispanos: celtici, celtíberos, berones, ca­llaeci, neri… alcanzando incluso a definir como tales a lusitanos y vettones.

  

III - MIGRACIONES HISTORIOGRÁFICAS

 El carácter expansivo de estas culturas y su condición tradicio­nal de “gentes celtas” propiciaron que los historiadores de primera mitad del siglo XX desarrollaran una serie de teorías sobre sucesi­vas migraciones “celtas”, inte­grando en cada una de ellas a un conjunto de pueblos estableci­dos siglos después en los supuestos puntos de destino.

Como antecedente a aquellas oleadas «célticas», y sin men­cionar otras más remotas como “kurganes”, cerámica cor­dada, campaniforme… se alu­dió a una serie de migraciones indoeuropeas durante el Bronce Final. Así D’Arbois de Jubainville postuló una coloniza­ción occidental de alcance hispa­no: la de los LIGURES (teoría defendida por Schulten y otros). Otros autores (Pokorny, Almagro Basch...) seña­laron que aquella primera oleada de hacia el 1000 a.C. corres­pondería en lugar de a LIGURES a ILIRIOS; Menéndez Pidal hablaría de AMBRONES e ILIRIOS… Para tiempo posterior se seña­laron nuevas oleadas entre las que ya serían “celtas” las dos últimas: hacia el 500 a.C. la de los celtas GOIDÉLICOS y hacia el 270 la de los celtas BRITÓNICOS.

Estas teorías “invasionis­tas” que postulaban la avenida al occidente europeo de aquellas oleadas “celtas” tendrían en España como principal valedor a Pere Boch Gimpera, quien desarrolló (junto a Almagro Bach, A. Schul­ten, J. Maluquer, A. Beltrán…) un corpus secuencial de avenidas celtas desde el Bronce Final (X a.C.) que establecería, hasta los años 80, el mapa “oficial” hispa­no de aquellos movimientos mi­gratorios, de los que llegarían a ser identifi­cados al menos cinco.

En la actualidad estas teorías han quedado superadas, debido sin embargo a su interés historiográfico y a la profusión de citas relativas a aquellas migraciones que podemos encontrar en los textos históricos, las des­cribiré a continuación.

 

III (1) -  Migraciones indoeuropeas “preceltas”. Campos de Urnas

1ª oleada

Sería durante el siglo IX a.C. cuando grupos precélticos aislados penetra­rían por los pasos de las Alberas y otros puntos más occidentales de los Pirineos, estableciéndose en la montaña catalana, los llanos de Urgel, el oriente aragonés y al­gún punto en la Rioja. Se estima­ba que dichos grupos llegarían en número limitado y se fusionaron con la población autóctona, a juzgar por los esca­sos rastros que dejaron. La ar­queología les identificaba a tra­vés de los “Campos de Urnas”, la toponimia les ponía en relación con los sufijos ‘d/unum’ y ‘acum’, y la etnografía tradicional les asig­nó la paternidad del pueblo de los BERYBRACES, posterior­mente domiciliado en las monta­ñas del suroeste de Castellón. Algunos también les relacionaron con los BERGISTANOS históricos.

 

III (2) -  Migraciones indoeuropeas “protoceltas”. Hallstatt

 2ª oleada

Los pueblos de la se­gunda oleada llegarían atrave­sando Roncesvalles hacia el 700 a.C. Se trataba ya de gentes de cultura halls­táttica procedentes del bajo Rhin que hallarían asiento en el alto Ebro, en el bajo Aragón y en la Meseta; de donde posteriores avenidas les replegarían a las zonas montaño­sas que bordean la meseta supe­rior. Entre ellos se identificó al pueblo de los BERONES en la Rioja y a los PE­LENDONES en la región de Vinuesa.

A estas oleadas les sucederían durante el siglo VII a.C. al menos otras dos: la del pueblo de los CEMPSI y la del pueblo de los SAEFES, ambas enmarcadas todavía en la cultura hallstáttica. Veamos:

 

3ª oleada

Desplazados de la zona de Westfalia los CEMPSI atravesarían Holanda, Bélgica y la costa at­lántica francesa hasta llegar a la península sobre el 650 a.C., destino que alcanzaron junto a parte de las tribus de GERMA­NOS, CIMBRIOS y EBURO­NES que se les irían uniendo en el camino. Se supuso que estos grupos germánicos habitaron algún tiempo en la Meseta, de donde los CEMPSI partirían hacia tie­rras extremeñas y el valle del Tajo portugués mandando avan­zadas a las provincias de Huelva, Sevilla e incluso a la serranía de Ronda. En su vecindad se asenta­rían los EBURONES, que tendrían por capital a EBURA (Évora), mientras que CIMBRICUM (en la provin­cia de Cádiz) lo sería del pueblo de los CIMBRIOS. Los GERMANOS propiamente dichos quedarían domiciliados entre los ORETANOS, arrimados a las ricas zonas mineras de Sierra Morena, donde después figurará la población de ORETUM GERMANORUM considerada resto toponímico alusivo a su presencia.

 

4ª oleada

También los SAEFES, tras ser expulsados del Rhin por la sempiterna presión germana, arrastrarían a otros pueblos en su largo viaje a la península. SENONES, LUN­GONES y LEMOVICES se unie­ron en el este francés al contingente acompañante de los SAEFES: SANTONES, BITURIGES, NE­METATI, TURODITURONES, BOIOS, DRAGANI y VOLCOS. La caravana en pleno aparecerá hacia el 600 a.C. en la Meseta, de donde se irían repartiendo to­mando la mayoría dirección occi­dental. En las serranías de Teruel y Cuenca permanecerán partes de la tribu de TURODITURONES junto a los VOLCOS. El centro y norte de Portugal sería alcanzado por el grueso de los SAEFES acompañados de BITURIGES, BOIOS y otros. A Asturias llegarían los LUNGONES y parte de los DRAGANI, que se ex­tendieron también por León y por el este de Lugo. NEMETATI, LEMOVICES (LEMAVI) y TURODI se esta­blecerían en territorio galaico, donde tiempo después figurarán, respectivamente, en VALABRI­GA (cuenca del Ave), DACTO­NION (Monforte de Lemos) y AQUAE FLAVIAE (Chaves).

Sobre este pueblo de los SAEFES sabemos que ostentaba como animal pro­tector, de carácter totémico, a la serpiente (circunstancia que re­fleja su propio etnónimo: ‘*saeph-’ es raíz indoeuropea con significado de ser­piente), y que protagoniza­rían antiguas leyendas, difundi­das por Avieno (Ora Marítima), que narran una invasión de ser­pientes que expulsó de sus tierras en el noroeste a los autóctonos OES­TRYMNIOS, en clara y emblemática alusión a aquella tribu indoeuropea saefe. Lo mismo recoge una leyenda local de Entrimo (to­pónimo sospechoso de filiación “oestrymnica), que narra cómo los pobladores del Monte dos Caste­los serían expulsados de sus tierras por una invasión de serpientes llegadas desde el Monte da Serpe ha­cia las tierras de Bande (territorio de los galaicos QUERQUERNI, pueblo al que Tovar emparentó con los SAEFES). Para más abun­damiento se nos transmitirá, como ya vimos, el nombre de OPHIOUSSA (tierra de serpien­tes) en relación a estas tierras del occidente peninsular. Para García Bellido ‘saefes es nombre con que se denominarían a sí mis­mos; Ophioussa sería por contra el nombre que serviría a unas gen­tes extranjeras (griegos) para de­signar aquellas tierras a través del escaso conocimiento que te­nían sobre sus pobladores.

 

III (3) -  Migraciones indoeuropeas “celtas”

5ª oleada

La de­nominada quinta oleada sería la que más población aportara a la península, y en cierta forma la primera en ajus­tarse a la actual interpretación histórica y al concepto cultural de “celta”. Se sitúa en la primera mitad del VI a.C., cuando en­trarían muchedumbres de celtas BELOVA­COS, SUESSIONES, NERVIOS, AMBIANOS y VELIOCASSES (celtas belgas), a quienes se unieron los AUTRIGONES. Entre todos ellos serían los BELOVACOS los llamados a ser definitivos propietarios de la meseta castellana, y de su etnia surgirían los pueblos históricos de los AREVACOS, BELOS y TITTOS, entre los que algunos incluyen también a los VACCEOS.

Más tarde estos pueblos: aréva­cos, belos y tittos, serán junto a los LUSONES las tribus que conformen el núcleo de los CELTIBEROS históricos, único grupo ét­nico hispano de lengua y cultura celtas.

También el pueblo meridio­nal histórico de los CELTICI se consideró parte de aquella migración (los textos les relacionan con los celtíberos y la arqueología señala más concretamente a los vacceos), sin que alcancemos a adivinar su precisa genealogía. Estos celtici tienen el honor de ocupar un territorio donde se sitúan los primeros celtas nombrados por la historia escrita (Herodoto en el V a.C.), junto a los de las bocas del Danubio; por demás de ser protagonis­tas de una interesante odisea galaica en el II a.C. que asentaría a grupos de ellos en el Finisterre junto a los galaicos NERI, conforme  describe A. García Bellido, constituyendo el episodio una verdadera migración interna.

 

III (4) -  Migraciones históricas

Pos­teriormente se registrarían aún nuevas avenidas, éstas ya de ca­rácter plenamente histórico, como la del año 104 a.C. cuando un nuevo contingente de CIM­BRIOS (con ancestros ya inclui­dos en la antigua oleada de los CEMPSI) entraría en la península por el Pirineo alcanzando la Mese­ta. La defensa que realizaron los celtíberos de sus tierras les resul­taría tan gravosa a estos cimbrios que optaron por volverse hacia las Galias. La noticia procede de Tito Livio, Plutarco, Obsequens, Seneca y Hieronimus.

También se tiene noticia de una migra­ción de galos llegada a ILERDA en el 49 a.C. acompañando a las le­giones de César (acompa­ñando en realidad a la caballería auxiliar gala de esas legiones). Estos GALLI parece que halla­rían asiento definitivo en torno al río Gállego (GALLICUS flu­men), donde tiempo después fi­gurará bastante toponimia alusiva a los mismos (FORO GALLORUM, GALLORUM pagus, GA­LLICA FLAVIA, GALLICUM). Es proba­ble que el propio César decidiera aquel asentamiento de los GALLI en la zona del río Gállego, estableciendo así con ellos una especie de limus vasco­num a fin de garantizarse la aquiescencia del pueblo VASCÓN, significado partidario de su ene­migo Pompeyo y pueblo entonces en fase expan­siva suroriental al amparo de aquel desde las guerras sertoria­nas. 

Y esto es todo por ahora, si resulta de interés prepararé nuevos artículos sobre el estado actual de la arqueología céltica y sobre los sustratos lingüísticos y las lenguas célticas. Pasadlo del quince, un saludo.

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Christy Moore - Viva la Quinta Brigada. Live at Barrowland Glasgow

Christy Moore - Viva la Quinta Brigada. Live at Barrowland Glasgow  

Christy Moore es un cantante, compositor y guitarrista de folk irlandés. Es uno de los miembros fundadores de Planxty y Moving Hearts. Su primer álbum, Paddy on the Road, fue grabado con Dominic Behan en 1969. En 2007, fue nombrado el mejor músico vivo de Irlanda en los premios People of the Year de RTÉ.
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La mitología del Rey Arturo

La mitología del Rey Arturo

El rey Arturo es una figura cuya leyenda se halla ampliamente extendida, en esta entrada recorremos la leyenda de este llamativo personaje.
El rey Arturo es además considerado un héroe nacional y símbolo de la herencia heroica de Gran Bretaña. Sin embargo su influencia no se limita a Gran Bretaña. La historia de Arturo, con sus elementos de misterio, magia, amor, guerra, aventura, traición y destino, ha impregnado la imaginación popular y se ha convertido en parte de la mitología compartida por todo el mundo.
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Samhain - Enciclopedia de la Historia del Mundo

Samhain - Enciclopedia de la Historia del Mundo

El Samhain era un festival celebrado por los antiguos celtas entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno. Comenzaba al anochecer alrededor del 31 de octubre y probablemente duraba tres días. El Samhain marcó la transición entre las mitades más luminosas y las más oscuras del año y se celebró en todas las comunidades antiguas célticas de Europa, incluidas Irlanda, Gales y Escocia. Considerado por los antiguos celtas como un tiempo liminal en el que se levanta el velo entre los reinos humano y espiritual, muchos consideran que el Samhain es el precursor de las celebraciones contemporáneas de Halloween. Samhain es también la palabra irlandesa moderna para el mes de noviembre. En Irlanda, la colina Ward en el condado de Meath fue el sitio sagrado del festival del fuego de Samhain y, en los últimos años, la gente se ha reunido allí en Halloween para participar en un resurgimiento del Samhain moderno.
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Planxty - Raggle Taggle Gypsy / Tabhair dom do laimh - Live at Vicar Street (2004)

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Planxty - Raggle Taggle Gypsy/Tabhair dom do laimh, directo en 2004 en Vicar Street.
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La suntuosa tumba celta de la dama de Vix

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En 1953, los arqueólogos descubrieron cerca del pueblo francés de Vix una tumba celta del siglo V a.C. perteneciente a una mujer de la élite que se hizo enterrar con un rico ajuar funerario entre el que destacaba una espléndida crátera de bronce.
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La Chimère - Kost Ar Choad - Directo en Son Continu 2024

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Intro - Heron Valley: Live from the Outer Hebrides

Intro - Heron Valley: Live from the Outer Hebrides  

Heron Valley: Live from the Outer Hebrides.

El grupo está formado por cinco músicos: Abigail Pryde (fiddle y voz), Ben Muir (teclado y gaitas), Callum Cronin (contrabajo, bajo y guitarra), Kenneth Macfarlane (gaitas y whistles) y Darren Brown (batería).
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Gráinne y Diarmuid

Gráinne y Diarmuid

Una trama repetida en las viejas leyendas es la del triángulo amoroso. La gran historia de amor y celos del Ciclo Feniano es la que protagonizan nuestro héroe Finn MacCumhail y su bella y joven esposa Gráinne, con Diarmuid Ua Duibhne en el papel de tercero en discordia. La situación es muy similar a la historia de Naoise, Deirdre y Conchobar (en el Ciclo del Ulster), o a la de Tristán, Isolda y el rey Mark de Cornualles, o a la más famosa, la de Lancelot, Ginebra y el rey Arturo.
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Desfile das Nacións Celtas do Festival Internacional do Mundo Celta de Ortigueira 2023

Desfile das Nacións Celtas do Festival Internacional do Mundo Celta de Ortigueira 2023

Desfilan:
1. Escola de Gaitas de Ortigueira (Galicia).
2. Banda de Gaitas Abelladeira (O Bierzo).
3. Banda de Gaites La Laguna del Torollu (Asturias).
4. Bagad Sonerien an Oriant (Francia).
5. Asociación Cultural Saíñas de Xove (Galicia).
6. Airiños de Fene (Galicia).
7. Grupo Folklórico Trebeyu (Asturias).
8. Banda de Gaitas de Ladrido (Galicia).
9. Banda de Gaitas do Ortegal (Galicia).
10. Peoples Ford Boghall & Bathgate Caledonian Pipe Band (Escocia).
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10 pezas históricas, 10 gaitas con historia. Susana Seivane

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Tras un proceso exhaustivo de documentación, Susana Seivane preséntanos neste audiovisual dez temas do noso legado que interpreta en directo con cadansúa gaita do obradoiro Seivane destacada pola súa historia. Susana Seivane explica a orixe e a historia do tema e da gaita seleccionados, así como os motivos da súa selección.
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El izado de las ocho banderas de las Naciones Celtas inaugura el Festival de Ortigueira

El izado de las ocho banderas de las Naciones Celtas inaugura el Festival de Ortigueira

Se espera que durante este periodo de tiempo pasen por el concello unas 80.000 personas para disfrutar y empaparse de una celebración que está declarada de Interés Turístico Internacional y que reúne cada año a públicos de varias generaciones.

Las calles del casco histórico de la localidad se llenaron para ver uno de los momentos más emotivos en cada edición: el izado de las ocho banderas que representan la unión de los pueblos celtas del mundo: Galicia, Asturias, Escocia, Irlanda, Bretaña, Gales, Cornualles y la Isla de Man
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Vercingétorix

Vercingétorix

Vercingétorix (82-46 a.C.) fue un líder galo que reunió a las tribus de la Galia (la actual Francia) para repeler la invasión romana de Julio César en 52 a.C. Su nombre significa "vencedor de cien batallas", y no era su nombre de nacimiento, sino un título, y es el único nombre por el que se lo conoce. Los galos mantenían en secreto su nombre de pila, y solo lo conocían ellos y su familia cercana, ya que creían que saber el verdadero nombre de alguien les daba poder sobre esa persona.
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Sinead O'Connor - Oro Se do Bheatha Bhaile

Sinead O'Connor - Oro Se do Bheatha Bhaile  

Paradójicamente la balada que da título al último film de Ken Loach ‘El viento que agita la cebada’ (‘The wind that shakes the barley’) puede pasar desapercibida durante la proyección [de hecho, un amigo de Innisfree me acaba de confirmar que es la tristísima canción que entona la madre de Micheál a la muerte de éste]. Ni siquiera se explica en los diálogos el sentido de la frase elegida como título. Sin embargo, Loach ha escogido una muy buena canción para que la entonen los Voluntarios del IRA mientras marchan (en una preciosa imagen en la que van irrumpiendo por entre la niebla, con el fusil al hombro y el himno rebelde en sus gargantas).

innisfree1916.wordpress.com/2006/10/03/oro-se-do-bheatha-bhaile-i/
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Ruta por las ciudades celtas en España: cinco vestigios de civilizaciones antiguas

Ruta por las ciudades celtas en España: cinco vestigios de civilizaciones antiguas

Así, hoy en día se pueden visitar en España algunos lugares donde aún quedan restos de las civilizaciones celtas como son los castros, los lugares donde habitaron los primeros pobladores de la península ibérica.
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Hothouse Flowers: Liam Ó Maonlaí, Fiachna Ó Braonáin & Clare Sands - Don't Go

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Serie musical en la que Dáithí Ó Sé se reúne con algunas de las bandas y familias musicales de Irlanda. Hothouse Flowers interpreta la canción Don't Go en el quinto episodio de esta serie musical acompañados por Clare Sands.
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Los caballeros de la mesa cuadrada, o el conflicto entre la Realidad y la Ficción

Los caballeros de la mesa cuadrada, o el conflicto entre la Realidad y la Ficción  

En este análisis sobre la película Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores, haremos hincapié en la visión que se nos otorga de la metaficción. El grupo cómic Monty Python nos muestran, posiblemente de forma azarosa, un enfrentamiento ya milenario entre la Ficción y la Realidad.
Aviso de spoiler, se espoilerará la película entera.
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Shooglenifty - Samhla Reel / Scolpaig

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Shooglenifty - Samhla Reel / Scolpaig. Directo en el Cambridge Folk Festival en 2015.
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Quico Comesaña, pilar del folk gallego, se rehace después de años de infierno médico

Quico Comesaña, pilar del folk gallego, se rehace después de años de infierno médico

Quico Comesaña siempre fue un folclorista relevante, pero en tierras gallegas hay que ascenderle a la consideración de ilustrísimo. Virtuoso del buzuki, el arpa céltica, la mandolina y casi cualquier otro instrumento de cuerda, este vigués de 60 años formó parte de dos bandas relevantes para la música de raíz —Armeguín y Fía na Roca— y ejerció como escudero de la cantante Uxía Senlle, pero se le recordará siempre como integrante durante sus 17 años de existencia de Berrogüetto. Nadie le esperaba ya y más de uno le habría olvidado, pero el nombre de Comesaña regresó sigilosamente a las estanterías este verano. Hablamos de un disco hermoso y marciano, una obra encomiable a la par que suicida: cuatro suites enteramente instrumentales de unos 10 minutos cada una, un concepto que parece más propio de los años dorados del rock sinfónico, medio siglo atrás, que de estos tiempos de picoteo digital, consumos espasmódicos y ráfagas melódicas dictadas por la urgencia.
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Breogán, el gran caudillo celta

Breogán, el gran caudillo celta  

Dedicamos una entrada en este Blog a recopilar alguna de la numerosa información que existe en torno a la supuesta existencia de Breogán, el gran caudillo Celta, al que se asocian numerosas leyendas/historias y cuya área de actuación situaríamos fundamentalmente en el área comprendida por el Noroeste de la Península Ibérica, Inglaterra, Irlanda,…
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menéame