La profunda crisis que asola España ha puesto de relieve cosas que antes podían pasar desapercibidas, o, al menos parecían tener menos ‘importancia’. Mientras el mercado de trabajo estaba ‘sano’, y se vendían pisos y coches, lo que pudieran hacer políticos, sindicatos, Gobierno, administraciones autonómicas y locales… no le importaba demasiado a los administrados, o sí, pero no tanto como ahora, aparentemente.