En lo que a últimas palabras se refiere hay, como en la viña del Señor, de todo. Como no sabemos el día ni la hora se han dado actos piadosos, escenas macabras e ironías de último minuto. Santos, poetas y filósofos coinciden en la necesidad de prepararnos para la buena muerte. “Si me dedicara a escribir libros”, anota Michel de Montaigne, “recopilaría un archivo comentado sobre las muertes diversas de los hombres, porque todo aquel que enseñe a la gente a morir, también le está enseñando a vivir”. Uno no le querría quitar a Montaigne....