Las tragedias españolas no son solo historias de libros. Los finales de historias como La Casa de Bernarda Alba, Yerma o Bodas de Sangre de Federico García Lorca son devastadoras, pero la realidad en nuestro país a veces supera la ficción. Veamos algunas de las historias que han ocurrido en pueblos de España sin retroceder […]

Todo comenzó con la construcción de un embalse con materiales no demasiado adecuados para soportar la enorme carga para la que estaba destinada en 1957 la presa de Vega de Tera. Todo finalizó un 9 de enero de 1959 pasadas las doce de la noche, cuando los materiales de esa presa no pudieron soportarlo más,cedieron y dejaron que el agua siguiese su mal curso. Esa presa fue la primera mandada construir en tiempos de Franco, en un país que por aquel entonces, se convertía en el segundo en construcciones de presas de grandes dimensiones...

Jesús Fernández Otero, la última persona que vio funcionar el aliviadero de la presa de Vega de Tera antes de derrumbarse, cuenta su experiencia como comportero.

Catástrofe en Ribadelago: La fatídica madrugada del 9 de enero de 1959, reventaba la presa de Vega de Tera, situada a escasos kilómetros del Lago de Sanabria (Zamora, España), abriendo una brecha de 140 metros. El pueblo de Ribadelago, situado debajo, fue arrasado por la avalancha de agua, rocas y troncos, quedando sumergido hasta nuestros días. De los 550 habitantes, casi un tercio de ellos murieron ahogados, de los cuales sólo fueron recuperados 28 cadáveres. El resto de fallecidos, en su mayoría niños, permanecenen aún en el fondo.

La localidad de Ribadelago regresó ayer a la tónica de todos los años y el 51 Aniversario de la tragedia, provocada por la rotura de la presa de Vega de Tera, reunió en la iglesia a una treintena justa de personas. «A los de siempre», dijeron. El año pasado, con motivo de los 50 años se sucedieron los homenajes masivos. Este año, apenas se ha llegado a las 30 personas.

En plena fiebre de los pantanos en tiempos de Franco, se produjo la rotura de la presa de la Vega de Tera. Arrasó el pueblo de Ribadelago (Zamora) y murieron 144 personas de 516 habitantes.

Pronto se cumplirán los cincuenta años de una tragedia de la que ya casi nadie se acuerda. Ocurrió en 1959 en Ribadelago, un pequeño pueblo de la provincia de Zamora en la comarca de Sanabria, donde la heladora noche del 9 de enero el mal tiempo, la ignorancia, la desidia y las corruptelas acabaron con la vida de 144 vecinos de los 516 con los que contaba el pueblo por aquel entonces.

El Ayuntamiento de Galende (Zamora), uno de cuyos anejos se llama Ribadelago de Franco, acatará el cambio de nombre de la pedanía si así lo establece la Ley de Memoria Histórica. El origen de la localidad se remonta a la tragedia ocurrida el 9 de enero de ese año en el antiguo Ribadelago que quedó anegado por las aguas de la rotura de una presa mal construida, lo que causó la muerte a 144 vecinos del pueblo. El régimen franquista promulgó un decreto por el que declaró adoptado por el Caudillo el pueblo de Ribadelago, reconstruyéndolo.