En la larga historia de violencia terrorista contra la policía española, la segunda mitad de la década de los 70 y toda la década de los 80 fueron los años con mayor número de atentados contra policías. Muchos de los policías asesinados eran personas jóvenes, el 40% de ellos apenas llegaba a los 30 años de edad. Asimismo el 60 % llevaba menos de 10 años en el Cuerpo. Policías que dejaron viudas (algunas de ellas embarazadas) e hijos huérfanos. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españolas siempre han estado en el punto de mira