Kevin Spacey ha perdido su batalla judicial contra MRC, la productora de House of Cards, y tendrá que pagar 27,5 millones de euros – 31 millones de dólares – por incumplimiento de contrato y las pérdidas ocasionadas por su despido de la serie en 2017. Esta multa fue aprobada en 2020 pero no ha sido hasta el pasado lunes que se ha conocido la noticia, cuando los abogados de MRC presentaron una petición judicial en la Corte Superior de Los Ángeles para confirmar la compensación que debe abonar el actor, que había apelado sin éxito.