Decenas de personas se manifestaron ante el Capitolio, en Washington DC, en demanda de un alto el fuego en la Franja de Gaza. Los manifestantes, afiliados al grupo religioso a favor de los derechos palestinos Acción Menonita, cantaron himnos y corearon consignas como “alto el fuego” y “¡viva Gaza!”. Más tarde, la Policía del Capitolio intervino en la manifestación y el grupo dijo que 150 de sus miembros fueron arrestados durante la manifestación que describieron como “desobediencia civil pacífica”.

Dos días. Cuarenta y ocho horas. Ese es el tiempo exacto que tienen las mujeres de Molotschka para reaccionar. Todas ellas han sido drogadas y violadas simultáneamente mientras dormían por los hombres de su comunidad. Todas ellas, todos ellos, son menonitas, una identidad como punto de partida para una obra de ficción como la de la película Ellas hablan, basada en el libro; un estigma desgarrador para unos hechos que sucedieron en la realidad.

Un equipo periodístico siguió los pasos de cinco colonias menonitas que han sido señaladas por comunidades indígenas y locales de deforestar sus bosques en Bolivia, Colombia, México, Paraguay y Perú. Muchas de estos casos están siendo investigados por fiscalías y autoridades ambientales.

Entre 2017 y 2021, el grupo religioso de menonitas ha deforestado 3,968 hectáreas mediante el establecimiento de cuatro colonias en las regiones de Loreto y Ucayali, en la Amazonía peruana. Así lo estima el último reporte del Proyecto Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP), que explica que la cuarta colonia se estableció este año causando 421 hectáreas de deforestación adicional

Las víctimas de esta comunidad religiosa eran drogadas con una mezcla de anestesia y estimulantes para animales. Los detenidos confesaron que cuando cometían los delitos bebían alcohol, iban a casas con mujeres que estaban solas, las dopaban y violaban.

Los menonitas viven como hace dos siglos, igual que los amish. Rechazan el mundo moderno y se apartan del resto de la sociedad en colonias aisladas. Sus habitantes no quieren saber nada de televisores, computadoras o autos, utilizan carros tirados por caballos y hablan una antigua forma de bajo alemán. Hasta el color y forma de su vestimenta está controlado. Pero el progreso también va penetrando poco a poco en la colonia "Klein Belize". Wilhelm, el antiguo médico de la comunidad, se compró un teléfono celular, lo que motivó su expulsión.

El Corredor Bioceánico atraviesa el Chaco paraguayo, el segundo bosque más grande de América Latina después del Amazonas y, en estos días, un centro de ganadería y cultivo de soja. El Chaco, que una vez fue un bosque plano, matorral y supuestamente inhóspito , fue transformado en una región agrícola fértil por los colonos menonitas que llegaron a Paraguay a principios del siglo XX.

Dos de las colonias menonitas que se asentaron hace poco en Puerto Gaitán, Meta, pueden terminar involucradas en una indagación trasnacional de lavado de activos producto del narcotráfico. Así lo indica una investigación realizada por EL TIEMPO que estableció que 14.644 hectáreas de tierra que compraron están vinculadas a dos colombianos condenados por narcotráfico en Francia. Según documentos en poder de este diario, Pedro Wall y Frans Martin, líderes de las colonias Liviney y Australia, negociaron la tierra por cerca de 15 millones de euros

Habitar en una comunidad en donde la mayoría de sus moradores tienen acceso a la tecnología y ser indiferente a ella pareciera un cuento de hadas, pero lo cierto es que niños y jóvenes de Ranchito, hijos de familias menonitas, se les impide todo contacto fuera de su mundo, por lo cual están condenados a vivir aislados y tampoco se les permite interactuar con personas ajenas a sus creencias, porque se contaminarían espiritualmente. La única opción que tienen es visitar la iglesia y el Colegio Menonita Quisqueya...

La exposición se inaugura el sábado 15 de marzo a las 12.00 horas y permanecerá abierta hasta el 30 de abril. Viriato, 53, Madrid.

Durante mucho tiempo, los residentes de la colonia de Manitoba, Bolivia, pensaron que algunos demonios se dedicaban a violar a las mujeres del pueblo. Los menonitas son similares a los amish en su rechazo a la modernidad y la tecnología.

En el interior de Paraguay, los Menonitas continúan viviendo su particular mundo antiguo. En algunas colonias apartadas, estos anabaptistas (secta religiosa partidaria de no bautizar cuando todavía se es niño) de origen alemán aún se desplazan en coches de caballos

La justicia de Bolivia condenó a 25 años de prisión a siete menonitas acusados de violar a 150 mujeres de sus comunidades, tras suministrarles sustancias que las aletargaron. Los abogados de las víctimas informaron que la sentencia se dictó el jueves en una audiencia realizada en la cárcel de Palmasola de la ciudad de Santa Cruz, en el oriente de Bolivia, donde los menonitas están recluidos hace dos años. Unas 150 mujeres acusaron al grupo, aunque la fiscalía sospecha que podría haber mas mujeres violadas pero que no se atreve a denunciar.

Miles de menonitas asentados en Bolivia, en su mayoría mexicanos, están en vilo ante la posibilidad de que se les quiten sus tierras o se les revoque su permiso de residencia a raíz de los planes del gobierno de Evo Morales, informaron fuentes oficiales y representantes de esa comunidad.

Revisión de la película Luz Silenciosa de Carlos Reygadas

Primera parte de recorrido por la ruta maya desde Mexio a Belice, Travesia desde Orange Walk, por rio, hasta las ruinas de Lamanai en medio de la selva beliceña. Visita a Shipyard, comunidad Menonita (similar a los amish), los menonitas en Belice equivalen a mas del 10% de la poblacion y mueven cerca del 90% de la econimia de este pequeño pais.

Al menonita Franz Clarsen, sospechado por su comunidad de ser violador, lo colgaron de un árbol de los brazos y le infligieron una golpiza que duró 8 horas, para hacerle confesar supuestas violaciones. Sus heridas fueron atendidas por un naturista de la comunidad, lo que no pudo evitar su deceso. Creían que Franz consumía bebidas alcohólicas y además utilizaba un spray adormecedor para abusar de sus víctimas. Ocurrió en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

[C&P] Sin televisión, ni teléfono, ni Internet. Los menonitas luchan por mantener viva una burbuja de austeridad y religión. Éste es un viaje al corazón de sus colonias en Bolivia, donde recientemente se han visto salpicados por el escándalo.

La colonia menonita de Manitoba, en el este de Bolivia, no volverá a ser lo que era hasta que la tragedia que ha sacudido a la comunidad se borre de la memoria de sus habitantes: en los dos últimos años al menos un centenar de mujeres y niñas han sido violadas por jóvenes de la localidad.

La de Ernesto Goerzen es una historia conmovedora. Acosado por los constantes saqueos de su hacienda en la Colonia Volendam(Paraguay), decidió dar una lección a los sectores de donde provenían sus desventuras y lo hizo a su modo.