Corría el año 1898, cuando al joven y recién contraído matrimonio formado por Juana y Doroteo, vecinos de Otero de Herreros, se les sobrevino un incidente inesperado. El reclutamiento de españoles para enviarlos a la Guerra en la colonia española de Cuba, llamó a la puerta de Doroteo, y entre abrazos, sollozos y lágrimas, en sintonía con lo que ocurría en muchos hogares españoles más, se repetía una amarga despedida...