El vigués Tomás Alonso intenta aprobar, sin éxito, el carné de conducir desde el 2005 y tras gastarse 8.700 euros pese a que él y su madre viven de una pensión. El joven realizó 237 prácticas en la misma autoescuela. En ese tiempo, se presentó nueve veces sin éxito al examen, aunque aprobó a la tercera el teórico, que le ha caducado y debe repetir. Su paciencia se agotó y ha demandado a la autoescuela Faro, a la que reclama los 8.700 euros porque le dio las clases en un coche sin adaptar pese a que sufría molestias en la pierna izquierda.