Si hay algún psicólogo en la sala podrá certificar que la del PSOE es una crisis existencial, de esas en la que los individuos preguntan qué hacer con su vida o si ésta tiene sentido. Es raro que este tipo de trastorno se produzca en un partido político, pero los síntomas son similares y en cualquier página de autoayuda de Internet se explican con claridad: “Es, básicamente, una crisis de identidad. Ocurre cuando todo aquello que se pensaba que estaba bajo control, deja de estarlo y la visión de la vida necesita actualizarse porque está caduca.