"Fuggerei" fue fundado en 1521 por Jakob Fugger "el Rico", un comerciante y banquero de la época que volcó parte de su ímpetu filantrópico en un complejo residencial dedicado a los necesitados de la ciudad. Pero la dádiva tenía unas condiciones que Fugger dejó escritas: para poder residir allí, además de necesitarlo por motivos económicos, había que ser católico y rezar tres veces al día.