Marcello Dell’Utri ha estado involucrado en varias controversias legales. En 2004 fue condenado en primera instancia por competencia externa en una asociación mafiosa. La acusación alegó que Dell’Utri había actuado como intermediario entre Berlusconi y la mafia durante las décadas de 1970 y 1980. En 2013 fue condenado en apelación a 7 años de prisión y le perdió el rastro hasta que el tribunal de apelación lo consideró oficialmente prófugo. La condición de prófugo conduce a la orden de captura internacional en la interpol.

El Calcio forma tan parte de la idiosincrasia italiana como la pasta o la Iglesia Católica. Detrás de cada triunfo empresarial, hay fútbol. Tras cada fango y noticia oscura sobre Italia también hay fútbol. El personaje que conecta a Silvio Berlusconi y su partido Forza Italia con los capos de la mafia e incluso con el Opus Dei era Marcello Dell'Utri, un entrenador de fútbol del infracalcio. A través de él, la mafia siciliana no atacó los intereses de Berlusconi e iniciaron una colaboración. Ahora Berlusconi se apoya en la extrema derecha.

El ex primer ministro Silvio Berlusconi y su exbrazo derecho, Marcello Dell’Utri (en prisión por asociación mafiosa) son señalados de ser los presuntos autores intelectuales de los atentados perpetrados en 1992 y 1993.La fiscalía de Florencia los investiga por presuntamente estar detrás de la ola de atentados atribuidos a Cosa Nostra luego de que se conocieran las intercepciones a las conversaciones que mantuvo en prisión el “capo” de Cosa Nostra, Giuseppe Graviano en las que los nombres de Berlusconi y Dell’Utri salieron a relucir varias veces

A los mafiosos no les gustan las corbatas. Cosas de la superstición. Pero suele gustarles que sus interlocutores porten siempre el nudo bien hecho. Las identifican con un poder ajeno al suyo. Cada uno, su quehacer en el engranaje. Marcello Dell’Utri es un senador con la corbata siempre bien ajustada. Que nadie piense mal, seguro que le viene por su condición de publicista. Fue el mago de Publitalia, el arca del tesoro que hizo a Berlusconi un hombre inmensamente rico. El maná del que se nutrió Mediaset para convertirse en un imperio televisivo.