Y ahí tenemos a muchos enarbolando las banderas de que “los bancos son terribles” En el fondo, lo que están diciendo es “como la gente es incapaz de tomar decisiones razonables por sí misma, como somos medio imbéciles, que venga alguien a tutelarnos”. Así pues, nos enfrentamos a un dilema. ¿Dejamos que los ciudadanos, en el libre ejercicio de su voluntad, tomen sus decisiones y apechuguen con sus consecuencias? ¿O en la medida en que creemos que son incapaces, hacemos que los tutele una Administración que se demuestra igualmente incapaz?