Si se descoordinan las informaciones que recibe el sistema nervioso central, si el cerebro recibe mensajes contradictorios entre el oído interno, la vista y el sistema ósteomuscular, puede sobrevenir eso que llamamos mareo cinético, mareo por movimiento o cinetosis.
Un ejemplo clásico de cinetosis es el mareo que experimenta un ocupante del coche que no es el conductor.