Han pasado dos meses desde que la artesana Ana Martínez pintara con una amplia paleta de colores la vieja bajante de fundición que flanquea su negocio en la Rúa dos Prateiros, de Betanzos. Aquello motivó la presencia de la Policía Local, y el aviso de que Patrimonio no permite estas florituras en el casco histórico.Pero Ana ha comprobado, con el paso de las semanas, cómo las visitas se han multiplicado en la parte inferior de esta cuesta por la que pasa el Camino Inglés. «Los peregrinos se paran a verla.

Pizarras, bajantes, rejillas o incluso los techos podrían tener aún presencia de este material, que a pesar de que su uso está limitado por ley desde 2001, la Consejería nunca, según CCOO, ha elaborado un plan para desamiantar los centros de la región. Denuncian que hasta un 80% de los centros educativos públicos de la Comunidad, la mayoría construidos durante la década de los setenta, especialmente los del sur de Madrid, pueden tener restos de este material. Por lo que van a realizar un registro con todos los colegios donde existe aún presenc