Eran propiedad de la Xunta pero esta última subcontrataba su funcionamiento y su personal a una empresa privada, Inaer, a la que pagaba unos 7,5 millones de euros al año. En 2011 el entonces presidente Feijóo anunció su decisión de venderlos y pasar a subcontratar por completo todo el servicio, incluidos los dispositivos, para aspirar a modelos de alquiler "más modernos y con más prestaciones". con dispositivos fabricados en 2009 y 2010, era lo que ofrecía Avincis. Lo hizo con una oferta en la que no rebajaba los 44,8 millones.