Según Gallup, ocho de los diez países más pesimistas del mundo son europeos. España es el sexto, tras Taiwan y delante de Singapur, y empatado con Polonia y Chipre. El pesimismo a menudo genera cinismo. Ése podría ser el caso de España, donde hemos descubierto que nuestra clase dirigente está formada fundamentalmente por dos especies: los zoquetes y los ladrones. Y, ahora, encima, estamos viendo que ambas especies son capaces de cruzarse con éxito y alumbrar híbridos con las mejores características de cada uno.