Nombres como Total, ExxonMobil, British Petroleum o Shell resultan fácilmente identificables por una buena parte de la opinión pública como empresas dedicadas a la extracción y comercialización de recursos energéticos. En los últimos años, sin embargo, compañías como Glencore, Vitol, Trafigura y Gunvor se han ido posicionando en el sector como actores intermediarios en la compra-venta de crudo.