NIO quiere convertirse en el primer fabricante en implementar una batería de litio con electrolito semisólido en sus coches eléctricos. La del ET7 es capaz de duplicar la densidad energética, aumentando el peso en tan solo 20 kg.

Un equipo interdisciplinario del MIT ha descubierto que una tecnología electroquímica llamada batería de flujo semisólido puede ser una forma rentable de almacenamiento de energía y respaldo para fuentes de energía renovable variable (ERV) como la eólica y la solar. Otros sistemas de baterías de flujo en disputa, como la batería de flujo redox de vanadio, ofrecen la capacidad de almacenamiento y la densidad de energía para respaldar megavatios y sistemas de energía más grandes, dependen de ingredientes químicos costosos.